¡8 consejos para ayudar a su hijo durante una rabieta!

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Como cuidador, ayudar a su hijo durante una rabieta puede ser difícil. Los cuidadores a menudo me hacen preguntas sobre las rabietas y cómo lidiar con ellas. Este artículo le proporcionará ocho consejos que le ayudarán a usted y a su hijo a sobrellevar una rabieta.

8 consejos para ayudarlo a mantener a su hijo:

1. Racionalización no es la solución, piénselo; cuando está enojado o frustrado, y alguien le dice que se calme, ¿funciona? Probablemente no. Si su hijo tiene una rabieta, no trate de explicarle las cosas ni de corregir su comportamiento. Ya no escuchan. Valide y respete sus emociones para que puedan comprender lo que está sucediendo. Por ejemplo, “María, puedo ver que te sientes frustrada. Tomemos un descanso juntos para que podamos respirar y relajar nuestros cuerpos ".

 

2. Seguridad emocional Es vital: las emociones abrumadoras en los niños pequeños casi siempre conducen a una rabieta. ¿Por qué? Porque los niños pequeños no tienen la madurez emocional, el vocabulario o las habilidades para hacer frente a emociones abrumadoras y complicadas. ¿Cómo pueden los cuidadores garantizar la seguridad emocional? Normalice lo que sienten, practique el uso de un vocabulario emocional (es decir, veo que se siente "X") y proporcione a su hijo amor y consuelo; un abrazo puede ayudar mucho a su hijo a sobrellevar la situación.
Foto por Arwan Sutanto on Unsplash
3. Seguridad física- en algunos casos, las rabietas pueden ser peligrosas; ¿Está su hijo en la calle, se golpea a sí mismo, hace daño a otros, etc.? Asegúrese de que la seguridad física de su hijo esté garantizada antes de intentar ayudarlo a sobrellevar la situación. No queremos hacer ejercicios de puesta a tierra en medio de un estacionamiento en el centro comercial. Prepárese para recibir un rechazo de su hijo; no querrán moverse ni dejar de hacer lo que están haciendo. Sea directo y verbalice por qué la situación es peligrosa y cómo debe ayudarlos a estar seguros.
 
4. Ponte a su nivel- Si su hijo está teniendo una rabieta o sus emociones son abrumadoras, hablar sobre él y dejar que su estatura lo intimide puede agravar la situación. Ponte a su nivel y haz contacto visual con ellos. Independientemente de su edad, estás modelando interacciones sociales apropiadas y respeto. Sea consciente de su espacio; Dependiendo de por qué su hijo tiene una rabieta o se siente abrumado, es posible que darle un toque físico (abrazo, agarre de la mano, frotarse la espalda) no funcione.
 
5. Modele las habilidades de afrontamiento apropiadas- ¡Los niños son como super esponjas! Como cuidador, también puede enseñar a los niños cómo afrontar las emociones y las crisis. Enséñeles técnicas de respiración, use actividades calmantes, inculque oportunidades de “tomar un descanso”, cree rincones tranquilos en el hogar, etc. Los niños nunca son demasiado pequeños para aprender habilidades para autorregularse; si están teniendo una rabieta, guíelos a través de la habilidad de afrontamiento con usted también participe. Si desea dar un paso más en el modelado, la próxima vez que tenga altos niveles de estrés, ansiedad o cualquier situación que haya desencadenado emociones, no se lo oculte a sus hijos. Utilice un lenguaje sencillo y explique lo que está sintiendo y cómo va a afrontarlo. Por ejemplo: "papá se siente ansioso hoy y va a hacer un poco de respiración profunda para relajarse".
6. Recuerda que la única forma de cruzar es a través de- Intentar detener una rabieta puede ser contraproducente. Parte de afrontar o procesar una emoción es sentirla plenamente. Si su hijo se siente apoyado y seguro, podrá pasar por un sentimiento abrumador sabiendo que estará bien. Queremos enseñarles a los niños que sentirse abrumado no tiene que dar miedo y que eventualmente (con algunas herramientas y habilidades de afrontamiento), volverán a estar regulados. No permita que su malestar impida que sus hijos sientan plenamente todo el espectro de emociones.
 
7. Informe- Una vez que su hijo esté calmado y controlado, converse con él sobre lo que sucedió. Haga preguntas como ¿cómo se sintió su cuerpo? ¿Qué pasó antes de que empezaras a sentirte así? (Descubrir los factores desencadenantes puede ayudar a los cuidadores a ser proactivos) ¿Obtuviste lo que necesitabas de mí? ¿Te sentiste seguro? Etc.
 
8. Todos cometemos errores, sé amable contigo mismo.- Lo primero que les digo a todos los cuidadores que sienten que están luchando o que no están seguros de si están tomando las decisiones correctas es que "los niños no vienen con instrucciones". Cada niño y cada situación será diferente. Lo que funcionó para un niño podría no funcionar para otro. Cada consejo e intervención que aprende y prueba son solo herramientas para su caja de herramientas de crianza. ¡Cuanto más grande sea la caja de herramientas, mejor!
 
Espero que estos consejos sean útiles y le hagan sentir más empoderado como cuidador.

Alejandra es Terapeuta Matrimonial y Familiar Asociada Registrada y Consejera Clínica Profesional (AMF #105469, APC # 4917). Se graduó de la Universidad de Brandman con una Maestría en Psicología; también tiene una licenciatura en Psicología y Justicia Criminal de la Universidad Estatal de California, San Bernardino.

Actualmente, trabaja para una organización sin fines de lucro que brinda servicios de salud mental a las escuelas del sur de California. Además, también trabaja para una práctica privada donde se especializa en trabajar con niños, jóvenes y familias que padecen una variedad de problemas, como rendimiento académico, problemas de aprendizaje, depresión, ansiedad, trastorno bipolar, TDAH, trastorno del espectro autista y duelo. .

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